martes, 24 de febrero de 2009

Eu sem voce...

La lírica romántica, escrita por un hombre debilitado por el amor, para una mujer debilitada por el perfume y el encanto propios del verso, tienen como único resultado, las estrofas mas débiles, pero las más suaves, que deslizan palabra a palabra, un fugaz pero notorio sentimiento de satisfacción.

Mienten un poco, pero tan piadosa es dicha blasfemia, que enferma hasta al alma más feroz, con sus delicados dedos.

Es entonces la lírica, la plaga más fuerte de todas, que arrasa de forma paulatina, con todos las palabras bellas que debemos y queremos usar, y a su vez envenena de placer a la musa que le sirvió, como por acto de justicia divina.